Pelotas es una de las ciudades más grandes del estado de Rio Grande do Sul, ese que tanto uruguayos como argentinos encontramos parecido en múltiples cosas, desde geografía hasta cultura, historia, e incluso vocabulario. Generalmente, para quienes provenimos del paisito del sur, la ciudad no es más que un punto de paso de camino a destinos playeros clásicos que se encuentran a cientos de kilómetros de allí, como Floripa o Camboriú.
Sin embargo, la feria al día de hoy sigue siendo una gran desconocida en la región, por lo que este año, tras mi primera visita a la ciudad en febrero, me propuse volver para conocer más de cerca un evento de esta magnitud, de más de 250 mil visitantes, lleno de atractivos que, como veremos más adelante, no son sólo gastronómicos, haciendo de esta feria una oportunidad de diversión para toda la familia. Luego de leer este artículo, quizás surjan ganas de parar al menos una tarde la próxima vez que viajen a las playas norteñas en verano, o, por qué no, viajar en junio a descubrir la gran historia del dulce.
Los invito a descubrir a través de mi relato y fotografía la 25ª edición de la Feria Nacional del Dulce.